Los vecinos del pueblo invierten hasta 20 toneladas de papel comprado en Alemania y 3 toneladas de alambre para adornar las más de 100 "ruas" (calles) que se transforman en un inmenso decorado. Durante la noche anterior, los vecinos del pueblo decoran las calles con adornos florales de todo tipo, de tal forma que cuando amanece no se puede contemplar el cielo por el ensombrecimiento provocado por las figuras.
Entre las flores más fabricadas se encuentran los lirios, hortensias, gladiolos y claveles.

El pueblo entero se vuelca en esta celebración y dedican varios meses a la preparación y fabricación de los adornos de papel con la mayor discreción posible. Guardan muy en secreto la flor con la que decorarán su "rua", cada calle se reúne en una casa donde deciden su adorno floral. Esto pone a prueba la originalidad de los habitante de Campo Maior ya que cada calle es diferente a la anterior y con un colorido diferente que la hace única.

Además fabrican muchas más de las necesarias, siendo una anécdota muy conocida en el pueblo que un año llovió y fueron capaces de reponer todos los decorados.
En sus orígenes esta fiesta, que data de 1893, era en honor a Juan Bautista y se celebra cada 4 años (aunque los vecinos rezarán a San Pedro para que no les llueva). Hacía años que no se celebraba esta fiesta pero los vecinos, que son los que la hacen realidad, decidieron recuperarla.
Todo el montaje le cuenta al Ayuntamiento 800.000 euros repartidos con lupa debido a la crisis. Sin embargo, esperan recuperar y subir esa cifra con la oleada de visitantes que espera el municipio de apenas 9.000 habitantes. Para atender a esa demanda la calle principal del pueblo está repleta de puesto de comida y bebida, además de los restaurantes locales.
En cuanto al alojamiento, los hoteles a 50km a la redonda alcanzan casi el 100% de su ocupación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario